Johann Sebastian Bach y el café
Te preguntarás qué relación tiene un personaje como Johann Sebastian Bach con el café, pues enseguida lo vas a averiguar.
En la ciudad alemana de Leipzig, Gottfried Zimmermann regentaba una cafetería llamada Zimmermannsche Kaffeehaus (Cafetería Zimmermann), en ella era muy habitual que se interpretarán piezas musicales y fue el lugar donde se estrenaron varias de las cantantas profanas de Johann Sebastian Bach.
Tal era la vinculación de este local con la música que alojó al Collegium Musicum que desde 1729 y durante diez años fue dirigido por el propio Bach.
Gottfried Zimmermann nunca cobró nada al Collegium Musicum por utilizar sus instalaciones como sede ni tampoco cobraba nada a las personas que asistían a los diversos conciertos que allí tenían lugar.
Los únicos ingresos que Zimmermann obtenía por estas actividades eran por la venta de café que se producía en estos eventos sociales.
En 1734 Johann Sebastian Bach compuso su célebre Cantata del café (BWV 211) popularmente traducida por “silencio no habléis” dentro de su serie de cantatas profanas, en ella se cuenta la historia de Aria, cuyo desmesurado hábito de consumo de café preocupa profundamente a su padre.
Los continuos intentos de que que dejara de tomar esta bebida por parte del padre, les sumía en continuas discusiones, hasta el punto de que Aria insistía en que el único castigo que no iba a aceptar era la prohibición de tomar café, incluso si algún día se fuera a casar, su marido debería igualmente permitirle el consumo de esta bebida.
Finalmente padre e hija acaban reconciliándose cuando este le comunica que su acuerdo matrimonial accede a que pueda consumir tres tazas de café al día
Puedes escuchar una muestra de la cantata del café Schweigt stille, plaudert nicht BWV 211 aquí mismo.
Schweigt stille, plaudert nicht, BWV 211, «Coffee Cantata»: Aria: Ei, wie schmeckt der Coffee susse (Soprano)
Johann Sebastian Bach, Masaaki Suzuki